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¿En serio molestar a nuestro cliente puede ser lo más valioso que hagamos como agencia?

Por Fernando Peydro, CEO de Live Motion

04-07-2024

¿En serio molestar a nuestro cliente puede ser lo más valioso que hagamos como agencia?
Unos cuantos años en el mundo del marketing y la publicidad me han enseñado que muchas veces nuestro verdadero valor, como agencias, no radica en simplemente cumplir pedidos. No, nuestro papel puede ser mucho más ambicioso. Decía David Ogilvy: "No puedes salvar almas en un anuncio vacío". Y como eso es precisamente lo que hacemos (“salvar almas”) para lograrlo muchas veces hay que redefinir paradigmas y transformar negocios primero.

Nosotros, como líderes de agencias, no estamos aquí solo para cumplir deseos. Muchas veces nuestra oportunidad de agregar VALOR en serio se presenta cuando nos animamos desafiar, a empujar los límites y a atrevernos a decir lo que otros no se atreven a nuestro cliente. ¿Cuántas veces hemos visto a un gerente de marketing o de negocio atrapado en sus propias estrategias anticuadas, incapaz de ver el bosque por los árboles? Es nuestro deber abrirles los ojos.

Bernbach (Bill) revolucionó la publicidad con su enfoque creativo y audaz ¿Qué hubiese pasado si se hubiera conformado con seguir lo que decía el brief? El "Think Small" para Volkswagen no existiría. Bill no solo creó una campaña publicitaria; cambió la percepción de una marca entera. Así es como debemos operar: con la audacia de desafiar el pedido y creatividad para transformar.

Déjenme compartir un caso. El año pasado una empresa global de tecnología reconocida como proveedor de hardware decide pasar a vender servicios tecnológicos en LATAM y nos pide competir para desarrollar una campaña de reposicionamiento. Le preguntamos qué sabían de la imagen de marca en la región para esa categoría y nos dijeron que la marca ya era mundialmente muy conocida … (sic) A riesgo de ser tomados por “esos argentinos molestos del “pitch”, insistimos en que primero había que invertir en conocer qué pensaba la gente, sus clientes, los prospectos y hasta sus empleados. Conclusión: el concurso de agencia y la campaña se suspendió y nos contrataron para hacer una investigación de posicionamiento en 14 países y luego, con sus resultados, trabajar en workshops con el equipo de Marketing regional para rediseñar estrategias. No sólo “ganamos” el concurso, sino que ingresamos a un piso superior, el estratégico, como partners. Y ahora viene la campaña…

Entonces, la clave está en ganarse el respeto intelectual del cliente. No es tarea fácil; requiere tiempo, esfuerzo y una vocación por comprender su negocio. Pero cuando lo logramos, podemos presentarles ideas que no solo sean innovadoras, sino también efectivas y alineadas con sus objetivos de negocio. E ingresamos a la sala donde se toman la decisiones realmente importantes.

¿Estamos realmente desafiando a nuestros clientes? ¿La necesidad de facturar, nos impide que propongamos ideas difíciles de aprobar y que los saquen de su zona de confort y los lleven a nuevas alturas? Porque ese es nuestro verdadero trabajo. Las agencias que se atreven a asumir este rol transformador son las que marcan la diferencia y conservan sus clientes.

Sí, hay desafíos. Habrá resistencia y, en ocasiones, fracasos. Pero las ventajas de este enfoque son enormes. Nos posicionamos como socios estratégicos, abrimos nuevas oportunidades de negocio y fortalecemos relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo.

La vida es demasiado corta (y en la Argentina se siente más) para ser complacientes. Yo creo que estamos aquí para ser líderes, para desafiar y para transformar. Si buscáramos algo seguro habríamos puesto una cadena de venta de empanadas (con todo respeto para ese noble negocio). Y porque, como dijo Jerry Della Femina: "La publicidad es el arte de convencer a la gente para que gaste dinero que no tiene en algo que no necesita". Y nosotros, con nuestra experiencia y visión, tenemos el poder de hacer que ese arte sea verdaderamente transformador.


 

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