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La era post-smartphones: ¿un mundo sin pantallas?
20-02-2024
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Por Martín Rabaglia, fundador y CEO de Genosha
El futuro nos ha alcanzado más rápido de lo que pensábamos. En un abrir y cerrar de ojos no solo estamos rodeados por la inteligencia artificial (IA), que se ha infiltrado en nuestras vidas de forma sorprendente, sino que también nos enfrentamos a varios intentos serios de eliminar las pantallas por completo.
Ya hemos experimentado el poder de la IA en diversas aplicaciones, pero la verdadera pregunta es: ¿qué ocurre cuando se integra en dispositivos que llevamos siempre con nosotros?
Imaginemos un dispositivo tan inteligente y simple que elimina la necesidad de todas las aplicaciones en tu teléfono. Un compañero digital que te comprende y te sirve como interfaz con el mundo digital. Esto ya lo hacen las plataformas de IA como Chat GPT o Perplexity, pero, ¿qué onda cuando lo metes como un device?
Estos dispositivos ya dejaron de ser un experimento de estudios de investigación o elementos de películas de ciencia ficción. Lo mejor es que ya no hablamos de prototipos lejanos solo mostrados en keynotes o exposiciones, estos son reales, cercanos y su precio es accesible: dispositivos como R1 de Rabbit , Samsung Ballie , Humane AI Pin, o los Meta Ray Ban smart Glasses están explorando terrenos desconocidos. Pueden ofrecer interfaces casi mágicas, capaces de entender el contexto y responder a nuestras necesidades.
Lo más mágico es poder usar nuestra propia voz, idioma y entonación para solicitar cosas donde nuestra intención es entendida incluso mucho mejor que por otros seres humanos.
El desafío para las marcas
Es el principio de una tendencia fuerte: La IA que comprende nuestras conversaciones y el entorno que nos rodea abrirá un abanico de oportunidades para las organizaciones y las startups del futuro.
En un escenario donde marcas, productos y servicios serán decididos por un algoritmo que filtra todo, vamos a tener que empezar a encontrar maneras más efectivas y menos numéricas para que los usuarios/clientes le pidan a la IA cambiar su decisión por la afinidad a un producto.
El desafío ahora es cómo sumergirnos en estas conversaciones y brindar servicios en un entorno donde los usuarios apenas notan la tecnología, pero las máquinas desentrañan y comprenden todo. ¿Cómo ayudar a un dispositivo a tomar decisiones? ¿Cómo destacar en este nuevo paradigma donde las interfaces son casi mágicas y la tecnología se vuelve invisible?
Apple tiene una gran tradición de primeras generaciones de productos que crean expectativas gigantes en la prensa y en los grandes consumidores, que buscan amar o destruir el producto.
Esta primera iteración de “post-smartphones” es muy prometedora por un lado, ya que a diferencia de otros dispositivos descritos antes, no buscan tener IA, sino un entendimiento dinámico de tu espacio, el reemplazo de todas las pantallas y … la inmersión aun estando en el espacio físico.
Son una obra de arte de ingeniería donde no hay solo anteojos sino cámaras en tiempo real que proyectan sobre la retina, manejo de gestos completamente naturales y trackeo de retina para “entender” a donde estamos mirando. Su calidad de proyección es muy alta, con algunas técnicas para solo mostrar en alta calidad aquello que está dentro del rango de visión.
A diferencia del Iphone 1, que tenía muy pocas apps, y baja plataforma de desarrollo, ahora el Vision Pro sale con más de 600 apps que sacan todo el jugo de la Spatial Computing. Lo más fascinante es Safari, el mismo Safari de escritorio, que podremos tener en el Vision Pro con lo cual todas las apps web que ya trabajamos funcionarán 10 puntos: Desde Google Drive, Zoom, Gmail y entornos 3D programados con JavaScript; todos funcionan genial.
Sé que hay muchos que dicen mil cosas “No se puede tener cosas en la cara”, “Esto no funcionará” , y yo que no soy amante de ningún producto de Apple (persona en situación Android), sin embargo creo que esto es algo que hay que probar y experimentar para ver un poquito del futuro donde las pantallas serán efímeras y el apego a lo material será mínimo: No más pantallas y computadoras, solo pantallas proyectadas en los ojos.
Este dispositivo tan invasivo, por ahora, me hace pensar firmemente en la amplificación de dos conductas humanas super importantes: la soledad (aislamiento) y el desapego a lo material.
En un mundo donde aún queremos tener cosas físicas, ya hay cosas que comenzaron a digitalizarse de primera, como las fotos (¿Cuántas fotos del último año tenes físicas?), la música ¿Cuántos discos tenés de 2023 en tu repisa? y las pelis ¿Cuántas copias tenes físicas?. Eso sí, seguimos yendo al cine como nunca antes y los vinilos están arriba en ventas más allá del formato digital. ¿Pasaremos a tener más y más cosas virtuales? ¿Se van las teles y las laptops del escritorio?.
El otro punto es la soledad. Mientras los smartphones ya son conocidos por generar aislamiento y “desconexión” del mundo real, ya hay varios videos de casos de personas que comen juntas con el Vision Pro y literalmente están frente a frente pero desconectadísimas.
Hay que aprender a convivir con estos consumos y traerlos para nuestras marcas y experiencias, ya que el péndulo entre tener cosas físicas y digitales, se va a seguir moviendo empujado por estos dispositivos.
Las audiencias se van a amplificar, de la misma manera que las web desktop no desaparecieron con la aparición de mobile, y las radios y TV aire siguen ahí, se abren canales, no se cierran, y son nuevos lenguajes que poco a poco tenemos que comprender para dominar estas formas de comunicación y poder elegir las mejores para nuestras estrategias.
El futuro está llegando rápidamente, y es hora de prepararnos para una revolución en la forma en que interactuamos con la tecnología.